Cuando hablamos de felicidad, comúnmente se dice que la felicidad es efímera, dura muy poco, solo son ratos felices y no hay una permanente felicidad. Sin embargo, se puede alcanzar la felicidad y se ha estudiado científicamente por parte de la psicología positiva, como el ser humano puede vivir feliz y un mayor número de años con buena calidad de vida.
La felicidad es del día a día, son un conjunto de emociones positivas que nos hacen sentir placer y estar acordes con nuestra realidad y darle significado a la vida. No es un resultado es un camino, una aventura. La felicidad no se encuentra en lo externo (riqueza y fama), parte del interior de las personas de sus virtudes y fortalezas del carácter, 50% determinado por los genes, 10% influenciada por las circunstancias sociales y el 40% restante puede ser cultivada e incrementada con una serie de estrategias poniéndolas en práctica. Un auto, una casa o un televisor nuevo perduran como una emoción unos pocos meses y luego pasan a ser algo de la rutina cotidiana. Cuando ejercemos nuestras virtudes desde nuestro interior dando amor o ayudando a otras personas este sentimiento de placer es más duradero y satisfactorio. La felicidad es una decisión diaria, un propósito que nos energiza y motiva, se encuentra en los pequeños detalles como conversar con los hijos o la esposa, acariciar una mascota, cuidar del jardín, disfrutar un atardecer o una buena comida, es gratis no tiene costo.
En el mundo se identifica las zonas azules donde la gente vive más de 100 años: Okinawa, Japón; Cerdeña, Italia (con la mayor concentración mundial de varones centenarios); Nicoya, Costa Rica (las tasas más bajas del mundo de mortalidad en la mediana edad); Ikaria, Grecia (las tasas más bajas de demencia en el mundo) y Loma Linda (USA). Los caracterizan por tener en común una larga vida y con una excelente calidad de vida; tienen en común la dieta basada principalmente en vegetales: rica en verduras, legumbres (frijoles, guisantes, lentejas y garbanzos), cereales integrales y frutos secos. No comen carnes rojas y prefieren los pescados. No consumen tabaco y solo pequeñas cantidades de alcohol. Tienen un propósito en la vida, elevada espiritualidad, realizan caminatas diarias y tienen una rica red social, una permanente lucha contra la soledad, donde diariamente conversan entre sus habitantes, trasmitiendo valores, ayudándose mutuamente, reforzando hábitos saludables.
Un estudio longitudinal de la Universidad de Harvard durante 80 años ha estudiado (todavía en marcha), a partir de un grupo original de 268 personas, ahora llevan 1300, que hace a las personas felices, descubrió que las relaciones sociales estrechas son más importantes en la felicidad, que la fama y el dinero. El nivel de satisfacción en las relaciones sociales a los 50 años es mejor indicador de salud física que el colesterol. De ahí la importancia de mantener una rica y estrecha relación social con amigos o familiares.
En otros estudios se ha observado como las personas optimistas viven más años que los pesimistas, igualmente ampliamente conocido los efectos beneficiosos del ejercicio moderado, en la salud cardiovascular, cerebral y reforzando el sistema inmune, se ha demostrado que el ejercicio por lo menos 30 minutos diarios, aumenta el grosor de la corteza cerebral, demostrado por estudios de neuroimagen, previene la demencia y mejora el estado de ánimo y retrasa el envejecimiento, un psiquiatra francés decía que había que cambiar los medicamentos antidepresivos por zapatillas deportivas.
A partir de estudios de más de 20 años en los laboratorios de psicología positiva, las estrategias estadísticamente significativas para ser feliz y agregarle más años a la vida son los siguientes:
1. Expresar gratitud
2. Cultivar el optimismo
3. Evitar el pensamiento excesivo y la comparación social
4. Practicar actos de bondad
5. Fomento de las relaciones sociales
6. Desarrollo de estrategias para hacer frente a los obstáculos
7. Aprendiendo a perdonar
8. Aumento de las experiencias de flujo
9. Saboreando las alegrías de la vida
10. Comprometerse con las metas
11. Practicar la religión y la espiritualidad
12. Cuidado del cuerpo: meditación, actividad física y actuar como una persona feliz.
La felicidad no es difícil o imposible... es una decisión.
Referencias: